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Quien no recuerda la sensual Anita Ekberg entrando a las aguas de la Fontana di Trevi mientras Marcello Mastroianni la mira embelesado, en la película de Federico Fellini estrenada en 1960, La dolce vita. Sin embargo, la fuente del barroco italiano se construyó por razones más prácticas en el siglo XV, anunciaba la llegada del agua al final del acueducto romano Acqua Virgo. Inicialmente era una construcción rústica, solo en 1730 el Papa Clemente XII organizó un concurso para elegir al constructor de la fuente. El proyecto tenía el Palacio Poli de telón de fondo, Neptuno situado en el nicho central, las estatuas de la Abundancia y la Salubridad en los laterales y dos tritones guiando la carroza de Neptuno sobre rocas de mármol para dar la sensación mar. Treinta años duró la construcción. Su arquitecto fue Nicola Salvi, quien falleció antes de terminar la obra, siendo Giuseppe Pannini el que siguió con la misma. Desafortunadamente, el paso del tiempo y la contaminación deterioraron la fuente, iniciándose un proceso continuo de mantenimientos en los 90. Los daños que arrastraba hicieron temer lo peor, por los altos costos de la restauración. El 2014 una entidad privada se hizo cargo de los trabajos de restauración, el año pasado fue nuevamente abierta para alegría de los romanos y los visitantes. Su nombre di Trevi proviene del italiano "tres vías", puesto que su ubicación era el punto de encuentro de tres calles y hoy es la zona del centro de Roma con mejores alojamientos. La tradición es arrojar monedas sobre el hombro izquierdo a la Fontana, eso te asegurará el regreso a Roma. No dejes de hacerlo para tener suerte cuando intentes alquilar uno de nuestros apartamentos en la Fontana di Trevi.
Como toda obra monumental, la Fontana di Trevi guarda muchas historias. Se cuenta que Carlota de México bebió de sus aguas tras la visita al Papa Pio IX, segura que intentaban asesinarla con agua envenenada y la única agua segura era de la Fontana di Trevi.
Su belleza llegó al cine de la mano de grandes directores, En 1954 se filmó una escena de Tres monedas en la fuente. En 1960, Fellini hizo allí la escena más famosa de la filmografía mundial, convirtiendo a La dolce vita en un clásico.
Una de las curiosidades es la cantidad de dinero que todos los años recaudan los encargados de recoger las monedas que lanzan a la fuente. Se dice que aumenta cada año, siendo actualmente cerca de un millón de euros, los que se recaudan e invierten en obras de caridad.
Pasajes, esquinas y callejones recónditos rodean a la Fontana di Trevi. Es una escenografía subyugante abierta al placer de los sentidos. Así también son los alojamientos. Si bien hay hoteles de encanto sinigual, los precios son altos en la zona, asegúrate. Entre los balcones floridos y entradas majestuosas se encuentran muchos estudios, apartamentos, pisos y B&B. Todos bien diseñados y completamente acondicionados para alquilarlos por días o semanas. También se puede encontrar hostales baratos un poco más alejados del centro, solo es cosa de buscar la alternativa que más te acomode.
Por tratarse de una zona de construcciones medievales la mayor parte de sus atractivos están en las iglesias y palacios que se ubican en calles pequeñas.
Roma es una ciudad que invita a conocerla, hecha para caminar, disfrutar y descansar cuando la hora lo indique. Nuestros apartamentos cerca de la Fontana de Trevi es el alojamiento perfecto y cercanos a todas las amenidades ubicadas en el centro de Roma.
El aeropuerto Leonardo da Vinci, de Roma-Fiumicino, está a 32 kilómetros de la Estación de Termini. Los autobuses salen cada 20 minutos, el viaje dura 30 minutos y tiene un precio de 4€. En Termini también puedes tomar un taxi o coger el autobús Nº 85 y bajar en la parada Tritone/Fontana di Trevi. Los taxis desde el aeropuerto a Roma tienen una tarifa de 48€ y puedes tomarlo frente a la salida de vuelos. En el aeropuerto también tenemos muchas de las empresas de alquiler de coches, una buena alternativa para recorrer todos los secretos de esta ciudad tan interesante que es Roma.