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Ezcaray es uno de los municipios más bellos de toda la comunidad autónoma de La Rioja. En concreto, pertenece a la comarca de La Rioja Alta y su población apenas supera los 2000 habitantes. Una cifra que se ve incrementada con creces durante los meses de invierno, ya que el pueblo es la principal vía de acceso a la estación de esquí de Valdezcaray. Por ello, en caso de querer venir en esta época, lo mejor es reservar el alojamiento con antelación.
La mayoría de lugares de interés de Ezcaray se pueden conocer en solo un día dando un tranquilo paseo por su centro histórico. En este sentido, lo ideal es comenzar el recorrido en la Plaza de Verdura, que está considerado como el eje central de la localidad.
En la comentada Plaza de la Verdura está una de las casas más emblemáticas del pueblo. En concreto, hablamos de Argolla del Fuero, que en el pasado fue la sede del ayuntamiento. Hoy en día, cumple la función de servir como oficina de turismo para los visitantes.
La leyenda que rodea a la Argolla del Fuero es muy curiosa. Lo que dice es que, en el pasado, si un delincuente llegaba a tocarla, tendría que ser dejado de perseguir por la justicia durante un tiempo, de modo que podría escapar. Sin embargo, la realidad indica que solo se utilizaba para atar los caballos de quienes querían realizar alguna diligencia en el ayuntamiento.
En cualquier caso, una vez finalizada esta visita, llega el momento de poner rumbo hasta el Palacio del Arzobispo Barroeta, que es una de las casas señoriales más importantes del municipio. Data de 1766. Está muy cerca de la Iglesia de Santa María la Mayor, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Su estructura guarda un gran parecido con el de una fortaleza medieval.
La última parada en el camino debe realizarse en la Fábrica de Mantas. De hecho, este pueblo ha sido conocido a lo largo de las últimas décadas por la fabricación de este tipo de productos textiles para el invierno. Fue creada en 1930 y sigue funcionando como una empresa familiar que emplea procesos artesanales de elaboración.
En caso de venir en invierno a Ezcaray, resulta indispensable subir hasta la estación de esquí de Valdezcaray. Para todos aquellos que están acostumbrados a las grandes estaciones de esquí de los Pirineos o de los Alpes, le resultará muy peculiar por su reducido tamaño. No suele haber una gran afluencia de esquiadores, así que es posible practicar este deporte con bastante tranquilidad.
Los parajes naturales que rodean al pueblo, durante el verano, dejan de estar cubiertos de nieve y lucen un verde muy intenso. Esto los hace ideales para la práctica de una gran variedad de actividades deportivas al aire libre, como es el caso de la escalada, el senderismo y el barranquismo.
Otra cosa indispensable que todo viajero debe hacer es disfrutar de la gastronomía local. También es aconsejable visitar las aldeas de Valgañón y Zaldierna, que se encuentran a muy escasa distancia. De hecho, es perfectamente factible llegar a ellas a pie.
A pesar de ser un pueblo bastante pequeño, la oferta de alojamiento de Ezcaray es bastante interesante. Aunque en su territorio es posible encontrar algunos hoteles muy interesantes y exclusivos, lo cierto es que la mayoría de viajeros suelen apostar por otras formas de hospedaje.
Sin duda, los alojamientos más demandados en este municipio son los apartamentos vacacionales. Se trata de inmuebles ubicados en edificios residenciales que cuentan con cocina, habitaciones independientes, amplias zonas de estar y, en muchos casos, plazas de parking privadas. También están provistas de calefacción y poseen ubicaciones privilegiadas dentro de la localidad.
Evidentemente, el nivel de privacidad ofrecido por un apartamento vacacional es insuperable. Sin embargo, una casa rural puede igualarlo. Este tipo de hospedaje, que es mucho más amplio y que se suele ubicar en los parajes naturales de los alrededores, suele tener amplios espacios exteriores que, en verano, se pueden aprovechar para celebrar barbacoas. Son ideales para grandes grupos de amigos y familias numerosas.
Finalmente, hay que hablar también de los aparthoteles, ya que son alojamientos que combinan lo mejor de los apartamentos y de los hoteles. Más allá de una estancia muy acogedora, brindan servicios adicionales como, por ejemplo, gimnasios, desayunos bufé o lavandería.
En términos de transporte público, a Ezcaray solo llegan autobuses procedentes de Logroño, Santo Domingo de la Calzada y otros pueblos y ciudades cercanas. Sin embargo, aquellos viajeros que proceden de lugares lejanos deberán volar hasta el aeropuerto de Bilbao, de Logroño o de Vitoria y, después, conducir hasta su territorio. A estas urbes también llega el tren.
Por ello, lo mejor suele ser alquilar un coche que brinde la posibilidad de llegar al aparthotel o casa rural y, después, explorar con total libertad los alrededores y el conjunto de la comunidad autónoma de La Rioja. Las carreteras están en muy buen estado incluso en invierno, así que no hay ningún problema.
Ezcaray es uno de los pueblos con mayor poder adquisitivo de toda La Rioja y la zona norte de la península. Esto es algo que salta a la vista nada más echar un vistazo a las cartas de sus restaurantes. En este sentido, a pesar de sus reducidas dimensiones, cuenta con un local con dos estrellas Michelín. Se trata de El Portal de Echaurren, para el cual hay que reservar con bastante tiempo de antelación. Hay viajeros que solo vienen aquí con el propósito de disfrutar de las exquisiteces culinarias servidas por su chef.