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Llançà es una localidad situada en la provincia de Gerona, concretamente en la comarca del Alto Ampurdán. Se sitúa a unos 55 kilómetros de la capital gerundense y a apenas 12 de El Port de la Selva. Es un pueblo de pescadores con encanto y mucha historia, uno de esos enclaves idílicos para disfrutar del Mediterráneo recóndito y asegurar una escapada memorable. Gracias a su rico pasado, conserva vestigios culturales y patrimoniales con muchísimo atractivo, así como una costa salvaje.
La sucesión de calas y playas, en un entorno de gran belleza natural, completa sus atributos turísticos. La vida transcurre tranquila, fluye con serenidad para quien está instalado en un alojamiento de esta ubicación plena de interés. Con una población de 5000 habitantes y continua presencia de ciudadanos franceses, asegura una desconexión regeneradora en cualquier época del año.
La Plaza Mayor es el epicentro de esta localidad gerundense, un lugar imprescindible para visitar desde cualquier apartamento, villa o casa rural de Llançà. El platanero, situado estratégicamente, cuenta con más de siglo y medio de existencia. Desde que se plantó en 1870, proporciona una refrescante sombra a gran parte de la plaza. En ella, dentro de la parte antigua de esta localidad, se encuentra la iglesia de Sant Vicenç, que destaca por sus dos torres: la románica lateral y la del Homenaje. Disfrutar del terraceo en los establecimientos gastronómicos circundantes es una delicia. Las ruinas del castillo del antiguo abad del Monasterio de San Pedro de Roda, fechado en el siglo XI, y el recinto amurallado sito en el casco histórico son dignos de aprecio. Por último, el arco de la calle Força Vella es, sin duda, la mejor expresión de este pasado histórico tan carismático con embriagador en Llançà.
No hay tiempo para aburrirse en esta población de Gerona. Con siete kilómetros de costa y enclaves de baño tan hermosos como las calas Cap Ras, Canyelles y Farella, o las playas Rastell, Bramant, Cros y Sota del Parador, entre otras, las estupendas experiencias de baño en el Mediterráneo están garantizadas. Pasear por el puerto deportivo y pesquero es otro entretenimiento recomendable, sobre todo cuando los barcos de pesca están llegando de sus largas jornadas laborales. En su entorno hay muy buenos restaurantes, alguno con estrellas Michelin. Desde el alojamiento en Llançà es buena idea planear una sesión de senderismo por el Camí de Ronda, bordeando espléndidos acantilados de apariencia impactante. Los búnkeres de Llançà, que figuran entre los referentes más curiosos, están distribuidos por distintos lugares urbanos y naturales del entorno. Entre las excursiones más populares destacan Roses, Port de la Selva y el Islote del Castellar, que es visitable dando un paseo e incluye el mayor mural pictórico de todo el mundo situado en el mar.
La oferta de alojamiento en Llançà es tan abundante como satisfactoria. Existe la posibilidad de escoger alguno de los buenos hoteles disponibles. Sin embargo, los viajeros que desean vivir más a fondo la realidad de esta localidad prefieren instalarse en una casa rural o un apartamento en Llançà. Existen magníficas oportunidades durante todo el año, muchas de ellas con alojamientos preferentes con vistas a la playa o en ubicaciones estratégicas del centro. Otra alternativa es alquilar una villa, sobre todo cuando se viaja en grupo. Son viviendas de alto standing, emplazadas en áreas privadas, dotadas con todos los servicios y con instalaciones de primer nivel. ¡Permiten acceder al lujo de un modo mucho más asequible de lo que parece! En cualquier caso, el alojamiento nunca es un problema en esta localidad. Siempre hay buenas alternativas.
Este municipio de Gerona se halla en la parte norte de la Costa Brava, muy cerca de la línea fronteriza con Francia. Su emplazamiento, entre Port de la Selva y Colera, le otorga buenas conexiones por carretera. Así, la AP-7 es la mejor elección para realizar este desplazamiento. Se trata de una autopista de pago que hay que usar hasta la salida número 4: Figueres-Roses. A continuación, se conduce por la N-II y la N-260 hacia Figueres-Portbou. Una vez allí, las señales indican claramente cómo llegar hasta este destino con encanto. Para trasladarse hasta el apartamento, la villa o la casa rural de Llançà mediante transporte público, el tren es una estupenda elección. Otros visitantes prefieren volar en avión hasta el aeropuerto de Girona, situado a alrededor de 70 kilómetros; es decir, a una hora en coche. Una vez allí, el tren vuelve a ser el mejor complemento; en concreto, la línea Barcelona-Figueres-Portbou.
Muchos viajeros eligen Llançà para practicar esnorquel y otras modalidades de buceo. Sus parajes marinos rocosos con aguas de un azul intenso constituyen un imán para los aficionados a estos deportes acuáticos. Todavía es un escenario turístico poco masificado, lo que le permite proteger intacta su gran belleza natural. En cuanto al tiempo, mantiene un clima mediterráneo de manual, combinando inviernos tibios y veranos calurosos. La presencia del viento de Tramontana, que puede llegar a superar los doscientos kilómetros por hora, impide la actividad en exteriores en algunos momentos del invierno. La dieta mediterránea, tan exquisita como saludable, forma parte de sus atractivos: los frutos del mar, en especial sus riquísimos pescados autóctonos, se completan con carnes y verduras de proximidad de excepcional calidad. "L'esqueixat", una ensalada fría con presencia de bacalao desmenuzado, y el arroz negro preparado con sepia, calamar y mejillones son los platos más conocidos.