Apartamentos en Ribadesella

Como buena villa costera que es, Ribadesella creció en torno a su puerto y la pesca, principalmente, de las codiciadas ballenas. La pesca de cetáceos convirtió al puerto en uno de los más importantes del Cantábrico. Actualmente la flota pesquera es pequeña y se dedica, especialmente, a la captura de la anguila. En su tiempo de esplendor, gracias a la riqueza de la pesca, Ribadesella atrajo a personas de la clase adinerada, quienes construyeron aquí sus palacetes, como los que lucen en lugares como la playa de Santa Marina. También se convirtió en un atractivo centro turístico y, por eso, hoy es posible hospedarse en diversas categorías de alojamiento, desde fantásticos apartamentos y aparthoteles hasta casas vacacionales.

¿Qué ver en la localidad?

La naturaleza de la región presume de una belleza impactante, y despliega desde espléndidas playas bañadas por el mar Cantábrico, acantilados de vértigo, praderas y paisajes fluviales hasta la majestuosidad de los Picos de Europa. En Ribadesella y los alrededores es posible apreciar una asombrosa variedad de estilos arquitectónicos. Por ejemplo, hay grandes ejemplos del románico como lo es la iglesia San Salvador de Moru, de estilo indiano en las residencias de la playa de Santa Marina, del modernismo y del racionalismo, que se puede admirar en la Lonja del Pescado inaugurada en 1936. También destacan el centro histórico, el paseo del Malecón y un hallazgo arqueológico de inmenso valor, como es la Cueva de Tito Bustillo.

¿Qué hacer en la localidad?

Existen opciones de actividades para todos los gustos y preferencias. Es un placer recorrer tranquilamente el Paseo de la Grúa, un paseo marítimo peatonal jalonado de bonitas farolas donde se descubren la Fuentina, un icono de la ciudad, y las clásicas balaustradas. Desde allí se aprecian unas hermosas vistas a la orilla este del río y su atmósfera aristocrática. La orilla oeste del río Sella ofrece también un escenario único, como es el Prau de San Xuan, una isla verde en medio de la ría del Sella. Desde allí se llega fácilmente hasta la Cueva de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2008, un atractivo de visita obligada. Los viajeros deportistas tienen la oportunidad de emprender el descenso del Sella en canoa o kayak, una actividad estrella en Asturias. Y cada agosto en Ribadesella se celebra el Descenso Internacional del Sella, que congrega a una multitud de visitantes.

¿Donde dormir?

Las opciones de alojamiento en Ribadesella se distribuyen en ambos márgenes del río Sella e, incluso, es posible instalarse en un aparthotel económico o un apartamento barato situado a pasos de la playa de Santa Marina. Este tipo de alojamiento puede ofrecer todas las comodidades necesarias para descansar luego de largas y activas jornadas explorando la región como, por ejemplo, habitaciones amplias y con bonitas vistas, servicio de desayunos, comidas y cenas, aparcamiento, lavandería, etc. Los viajeros que prefieren las ventajas de una total privacidad y libertad de horarios pueden alojarse en un apartamento completamente equipado en alguna tranquila zona con vistas al río, o en alguna casa de huéspedes o aparthotel con jardín y piscina para descansar en entornos agradables y relajantes.

Transporte

Los viajeros que se acercan a su apartamento o aparthotel en Ribadesella en coche deben hacerlo por la Autovía A-8 o las carreteras nacionales N-632 o N-634. Otra alternativa es acercarse en los autobuses de la empresa ALSA o en tren de FEVE, mediante el trayecto que une Oviedo y Santander. El aeropuerto de Asturias, situado en Ranón, dista 100 km de este destino y no existe transporte público directo, aunque sí es posible hacer combinaciones de líneas de autobuses de ALSA. De todas formas, para aprovechar al máximo una escapada o unas vacaciones la mejor idea es llegar en coche o alquilar un vehículo y moverse con total libertad por esta hermosa región.

Otros datos de interés

Pasar unos días en un confortable apartamento o un bonito estudio en un aparthotel de la hermosa villa situada a orillas del Sella permite saborear los magníficos platos de la cocina asturiana. Incluye pescados, mariscos, carnes del estupendo ganado criado en los valles de la zona, quesos con D.O., como el Cabrales, frutas, hortalizas y legumbres. Jamás hay que dejar de probar la fabada hecha en Asturias, ni, por supuesto, la famosa sidra, que siempre sabe mejor en su tierra original.